AMO LA VIDA !!!

Jueves por la tarde, 14 y 30 horas. El pronóstico había anunciado lluvias, y no pensé que fuesen tan fuertes como habrían de serlo. Recuerdo que volvía de mis actividades rumbo a mi casa. Era un día distinto a los habituales, pues en nuestro país se estaba llevando a cabo una forma de protesta contra el gobierno que se conoce como "paro general" (donde casi nadie trabaja).

Yo había salido a cumplir con algunos compromisos ineludibles esa mañana, y a un horario poco usual volvía a mi casa, con la ilusión de abocarme a atender mi amado Correo Cristiano. En la autopista por la que transitaba había muchos más automóviles de lo habitual, pues con motivo del paro el transporte público de pasajeros no funcionaba y verdaderamente muchas personas hicieron lo mismo que yo (desplazarse con su vehículo particular).

Recuerdo que la radio de mi coche sintonizaba "F.M.Cristiana" de Argentina y en medio de un fuerte temporal de lluvia y viento veníamos todos los automovilistas conduciendo con mucha precaución. En determinado lugar, la autopista cruza un río. Y allí me encontraba, subiendo el puente. Al bajar del mismo (siempre dentro de la misma autopista) y a aproximadamente 100 Km. por hora, descubro delante mío que la carretera se ha inundado. Por instinto quise frenar, pero era inútil. El auto venía a velocidad y para empeorar las cosas, "en bajada".

En cuanto mi auto entró en la pequeña laguna que se había formado sobre el asfalto, no lo pude controlar más. La dirección no respondía, los frenos no servían... Y así, sin ningún tipo de control el auto comenzó a ponerse de costado. Yo continuaba tratando de conducirlo, pero todos mis esfuerzos eran absolutamente inútiles. Parecía que el vehículo estaba "en el aire".
Y mientras todo esto sucedía, imprevistamente el auto salió despedido hacia la derecha. Considerando que yo transitaba por el carril rápido (a la izquierda), es fácil comprender que mi auto comenzó a cruzar de izquierda a derecha toda la autopista (seis vías o carriles de circulación) repleta de vehículos que transitaban correctamente.

De pronto, aparece frente a mi un auto al que parecía que nada impediría que yo lo embistiera justamente en el medio, en la puerta del conductor. Yo continuaba luchando con la dirección, pero todo seguía siendo inútil. Mis casi 30 años de experiencia conduciendo parecían no servir para nada. No podía lograr que el volante respondiera a mis maniobras. Y cuando comprendí que irremediablemente atropellaría a aquel inocente conductor, no pude contener mi angustia e hice lo que nunca había hecho: "CERRÉ MIS OJOS Y DESDE LO MÁS PROFUNDO DE MI CORAZÓN BROTÓ UN GRITO DE DESESPERACIÓN: DIOS !!!"

Inmediatamente sentí un fuerte impacto... y otro golpe más... y que todo giraba y ... no me animaba a abrir los ojos. No sabía qué había sucedido, pero no tenía duda alguna que el accidente era serio, pues en aquella bajada con el auto descontrolado presumí que la velocidad se habría incrementado aún más.

Cuando todo se aquietó, abrí mis ojos para ver a quiénes había atropellado, pero no había nadie a mi lado. Miré mi propio cuerpo... no sangraba, no sentía dolor alguno. Entonces miré la autopista... los automóviles pasaban por delante mío como si yo no estuviese. Veía pedazos de mi coche esparcidos por todo el lugar. Entonces comprendí que DIOS HABÍA ESCUCHADO MI CLAMOR, Y ME LIBRO DE LAS GARRAS DE LA MUERTE.

Muchas Gracia Mi SEÑOR !!!

Milagrosamente salí absolutamente ileso de un terrible golpe contra las defensas laterales de la autopista. Tal fue el impacto, que ahora mismo mi compañía de seguros está evaluando la posibilidad de calificar el accidente como DESTRUCCIÓN TOTAL.

Amigo, créeme que este ha sido el accidente más grande de mi vida. Y por un instante pensé que mi fin había llegado. Y puedo dar testimonio de que mis temores no habían sido en vano, ya que el personal de auxilio de la autopista me dijo que diera gracias a Dios por haberme librado de que alguno de los muchos camiones de varias toneladas de peso que por allí transitan, no me hubiese arrollado mientras cruzaba de costado toda la ruta.

¿Sabías de algún milagro?
Pues yo estoy dando testimonio del que vi, presencie y VIVÍ !!!

No puedo pensar en nada más que un verdadero, real y concreto milagro, pues

  1. perder el control de un auto a 100 km. por hora,

  2. en una autopista llena de vehículos,

  3. bajo una lluvia torrencial,

  4. cruzar toda la carretera "de costado",

  5. no atropellar a ningún otro automóvil y

  6. que ninguno de ellos me llevara por delante,

  7. para finalmente embestir las defensas laterales de la autopista,

  8. arruinar todo el vehículo y

  9. resultar "absolutamente ileso"

  10. ESTO SE LLAMA MILAGRO, GRACIA Y PROTECCIÓN DE DIOS!!!

Amigo, no voy a negarlo, "extraño" mi auto, pero más "AMO LA VIDA QUE DIOS ME DIO". Un auto volveré a tener, pero no tengo otra vida más que esta que Dios me ha dado, y en Su fidelidad y amor la ha cuidado y librado de todo mal una vez más.

DIOS ES FIEL y ahora mi vida es testimonio de ello.

Te saludo con amor en Cristo Señor nuestro.

Daniel Liandro.

Buenos Aires, 03-04-2003.-

 
Bienvenido a DICRES - Diseños Creativos Especiales.