TRES PALABRAS:
En un cartel puesto en el comedor de una posada de montaña, en Saboya
(Francia), se puede leer esta inscripción:
"Transeúnte, piensa en la fuerza de estas tres palabras: UN DIOS, UN
MOMENTO, UNA ETERNIDAD".
Un Dios que te ve,
un momento que se te va a escapar,
una eternidad que te espera.
Un Dios a quien olvidas,
un momento que malgastas,
una eternidad que arriesgas tan livianamente.
Una solemne eternidad se acerca a nosotros cada día.
Pronto tendremos
que dejar los asuntos que nos absorben, ese negocio que nos impide descansar,
esas tierras que quizás hayan producido mucho. Tales actividades, aún
cuando nos hayan enriquecido materialmente, no irán con nosotros, no
podremos llevarnos nada.
Al final, todo se nos escapa y si no tenemos esperanza
alguna para el "más allá", ¿de qué nos sirve haber
vivido?
Amigo, amiga... si acaso en tu vida no tienes nada que te cause la más
mínima molestia, el más leve pesar, entonces bien puedes ignorar
lo que te compartimos. Sin embargo, si así como a nosotros, alguna cosa
te aqueja, algo te duele y te roba la paz que Jesús te regaló,
medita en estas tres palabras y pronto descubrirás que lo mejor que
puedes hacer es acercarte a Dios a través de Su Hijo Jesucristo, reconocerte
pecador y sin más culpa ni remordimiento, acepta el sacrificio
de Jesús en la cruz pagando el precio de tus errores.
Luego, busca una
iglesia en la que encontrarás otros hermanos que así como tu
y nosotros, también han cometido errores y por la gracia de nuestro
maravilloso Padre y Dios Eterno, están viviendo vidas renovadas, llenos
de esperanza y gozosos en la segunda venida de nuestro Señor Jesús.
Finalmente, no olvides las Palabras de Dios cuando dice:
... ¿Que aprovechará al hombre si ganare
todo el mundo y perdiere su alma, o qué recompensa dará el
hombre por su alma? Porque el que se avergozare de mi y de mis palabras en
esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se
avergonzará también de él, cuando venga en la gloria
de Su Padre con los santos ángles. Marcos 8:36-38.
Nada hemos traído a este mundo y sin duda nada
podremos sacar. 1 Timoteo 6:7
Ruego a Dios para que tu entendimiento sea iluminado por estas Palabras y puedas dar el primer paso en tu nueva vida. Anímante... sé lo que te digo... todos hemos tenido que pasar por algo para renoconcernos necesitados de Dios. Tu, seguramente, no eres la exepción.
Te abrazo con sincero amor en Cristo.
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)