LA LIEBRE Y EL TIGRE:
Que gran decepción tenía el joven de
esta historia, su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que
se comportaban todas las personas, al parecer, ya a ninguno le importaba
nada de nadie.
Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña
liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía
valerse por sí mismo. Le impresionó tanto el ver este hecho,
que regresó al siguiente día para verificar si el comportamiento
de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar
que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne
cerca del tigre. Pasaron los días y todo era igual, hasta que el
tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia
cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre
los animales, se dijo: "no todo está
perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de
ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".
Y decidió vivir la experiencia: Se tiró al suelo, simulando
que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.
Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su
ayuda. Estuvo así durante todo el otro día y ya se iba a
levantar mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta
historia, con la convicción de que la humanidad no tenía
el menor remedio, cuando sintió dentro de sí todo el desespero
del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón
estaba devastado, al punto de no sentir deseos de levantarse.
Entonces
allí, en ese instante, lo oyó...¡Con qué claridad,
qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo:
"si quieres encontrar a tus semejantes, si
quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo
en la humanidad para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de
hacer de tigre y simplemente se la liebre".
Autor desconocido.
Y como no podía ser de otro modo, el fundamento,
la razón y la fuerza de esta actitud de vida provienen de la presencia
de Jesucristo en nuestras vidas. La base sobre la que gira todo es EL
AMOR. Y recuerda que Dios te dice:
Lucas 6:31 (RVA) "Y como queréis que
hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros
con ellos.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito
tenéis? Pues también los pecadores aman a los que los aman.
33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué
mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.
34 Y si dais prestado a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué
mérito tenéis? Pues también los pecadores dan prestado
a los pecadores para recibir otro tanto.
35 "Más bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad
prestado sin esperar ningún provecho. Entonces vuestra recompensa
será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque
él es benigno para con los ingratos y los perversos.
36 Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
37 "No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis,
y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante
se os dará en vuestro regazo. Porque con la medida con que medís,
se os volverá a medir."
Gálatas 5:13 (RVA) Vosotros
fuisteis llamados a la libertad, hermanos; solamente que no uséis
la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, servíos
los unos a los otros por medio del amor,
14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo.
{Lev. 19:18; ver Mat. 22:39; Mar. 12:31; Luc. 10:27.}
Que estos versículos se hagan carne en ti y transformen tu vida para bien.
Es mi ruego por ti en este día.
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)