¿Quién es tu pastor?
En el diario vivir que nos ha tocado, lo que caracteriza
la vida moderna es la velocidad. Todo debe hacerse en el menor tiempo
posible. Comida rápida, atención inmediata, falta de paciencia,
objetivos modernos...
Y dentro de la modernidad heredamos la tan conocida
"televisión". Ese aparato que ha revolucionado todos
los hogares del mundo al que ha tenido acceso. Recuerdo que mi padre relataba
una anécdota simpática de mi "bisabuelo" que, cuando
supo de la existencia de la primer radio AM en la Argentina de aquellos
años, dijo a mi bisabuela que nunca permitiría una radio
en la casa, porque no toleraría a ningún otro hombre hablar
en el hogar más que él.
Hoy, pasados ya más de 70
años de aquel episodio, a veces me pregunto: ¿hasta dónde
estaba equivocado el bisabuelo? Y la respuesta ya no me es tan fácil
de dar como hace tiempo atrás.
La llegada de la "modernidad" nos cambió
la vida aún cuando no lo quisimos ni lo pedimos. Y con la televisión
pasa lo mismo. Es uno de los inventos que marcó un "antes
y después". Por este motivo y la gran influencia que tiene
la televisión en millones de hogares alrededor del mundo es que
te presentamos este trabajo, como para que medites un poco sobre la influencia
que tiene en tu vida.
JEHOVÁ
ES MI PASTOR: |
EL TELEVISOR
ES MI PASTOR: |
Salmos 23:1 Jehovah
es mi pastor;
nada me faltará.
2 En en lugares de delicados pastos me hace descansar.
Junto a aguas tranquilas me conduce.
3 Confortará mi alma {Otra trad., Restaurará mi vida}
y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios.
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de mi vida,
y en la casa de Jehovah moraré por largos días. |
La televisión
es mi pastor, nada me faltará.
En delicados sillones me hará descansar; me desviará
de la fe; destruirá mi alma.
Me guiará por sendas de sexo y violencia por amor al patrocinador.
Aunque ande en valle de sombra de mis responsabilidades cristianas,
no temeré interrupción alguna porque la televisión
está conmigo.
Sus colores y control remoto me infundirán aliento.
Aderezas comerciales delante de mi en presencia de mi mundanalidad.
Unges mi cabeza con humanismo y materialismo; mi codicia está
rebosando.
Ciertamente la flojera y la ignorancia me guiarán todos los
días de mi vida; y en mi casa mirando televisión moraré
por largos días. |
Quiero dejar en claro mi opinión acerca de la telvisión y cualquier otro medio de comunicación modernas como Internet, telefonía celular, etc. etc.:
Siempre he creido que las cosas no son ni buenas ni malas en sí mismas.
Somos nosotros los que las utilizamos para el bien o el mal.
Cada cosa, en su justa medida, seguramente nos reportará beneficios que bendecirán nuestras vidas.
El hecho más concreto que dispongo es este mismo Ministerio, que desde el año 2000 está sirviendo al Señor vía Internet... el mismo medio que los pedófilos utilizan para capturar y abusar de menores.
¿Es culpable acaso le herramienta y no el autor?
Claro que no.
Tu eliges hermano/a.
Dios te ha coronado con la más grande bendición que puedas imaginarte: tu libertad de decisión.
La sabiduría en su utilización es tu exclusiva responsbilidad.
Recuerda Sus Palabras:
Deuteronomio 30:19-20
(19) A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
(20) amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Ruego a Dios para que puedas rescatar tu vida de todas y cada una de las trampas que tan astutamente nos ha puesto nuestro adversario el diablo, tomando las mejores decisiones para ti y tus seres amados.
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)