SI AMO... SIRVO !!!
Cuenta la historia acerca de un anciano que siempre llevaba consigo una lata
de aceite adondequiera que iba y cuando pasaba por una puerta que chirriaba,
dejaba caer unas gotas de aceite en las bisagras. Si se topaba con algún
portón difícil, aceitaba el cerrojo. Y así andaba por
la vida, lubricando todos los lugares difíciles, haciendo que les resultara
más fácil a los que pasaban después que él.
La gente lo consideraba un hombre excéntrico, extraño, incluso
loco, pero él seguía adelante, volviendo a llenar su lata de
aceite vez tras vez para continuar aceitando todos los lugares difíciles
que encontraba a su paso.
En este precioso mundo que nos ha tocado vivir, hay muchas vidas que rechinan
cuando no que se traban por las circunstancias cotidianas. Con frecuencia parece
que nada les sale bien y que necesitan ser lubricados "con aceite de gozo celestial",
con mansedumbre o con la debida consideración.
Permíteme hablarte desde la experiencia, habiendo pasado por muchas
dificultades y en todas ellas haber superado hasta la misma muerte que vino
por mi vida, haciendo "una sola cosa": "SERVIR A LOS DEMÁS". Encontré la
medida sobrenatural de amor que todo cristiano anhela y busca insistentemente,
dentro de una sencilla palabra: "SERVICIO". Por esta razón es que me
animo a declarar sin temor a equivocarme que SI AMO... SIRVO !!!.
Antes de despedirme, permíteme confrontarte contigo mismo:
- ¿Llevas contigo
tu propia lata de aceite?
- ¿Preparas por la mañana tu aceite
de la utilidad y el auxilio?
- ¿Llenas tu corazón con esperanza
en la medida suficiente como para poder dar a los demás sin temor a
perderla?
No olvides que si le ofreces tu aceite a la persona que tienes más cerca,
podría ocurrir que le serviera para lubricarle el día entero
o tal vez más aún. De hecho, tu aceite de la alegría significará mucho
más que lo que te imaginas para alguien que se siente descorazonado,
y no dejes de tener presente que nuestro aceite muchas veces se vierte a través
de un corazón dispuesto a oír y consolar con las palabras que
Dios nos da.
Nunca dejes de brindarte en favor de los que te rodean, porque podría
ser que tu vida toque a alguna otra persona una sola vez en la senda de la
vida, y que luego esos caminos tomen un curso divergente y que no vuelvas a
encontrarla nunca más.
El aceite de la bondad ha suavizado las aristas
duras y filosas de muchas vidas endurecidas por el pecado, y las ha dejado
suaves y maleables, listas para recibir la gracia redentora del Salvador.
Una
palabra agradable es un radiante rayo de luz divina para el corazón
entristecido. Por lo tanto, ofrécele a otros la luz del Señor
que habita en tí por Su gracia y déjale a Jesús todo
lo demás. La obra será hecha por el Espíritu Santo,
siempre y cuando tu derrames de ti para bendición de los demás.
Piénsalo. Y mientras lo haces, no dejes que el diablo te robe
la esencia de este mensaje. Tu eres el escogido de Dios para llevar las Buenas
Nuevas a todos lo que conoces.
Y por si acaso sientes que las fuerzas no te
alcanzan, o que no tienes lo necesario, o que no eres un estudioso bíblico,
o que......etc. etc. etc... recuerda lo que el Señor nos encomendó:
1Pedro 4:10 (RVA) Cada uno ponga al servicio de los demás
el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia
de Dios.
11 Si alguien habla, hable conforme a las palabras de Dios. Si alguien presta
servicio, sirva conforme al poder que Dios le da, para que en todas las cosas
Dios sea glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria
y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te siga bendiciendo en gran abundancia.
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)