PROMESAS DE DIOS:
Un ángel vino de parte de Dios a un hombre y le dijo: "Serás
rico, tendrás buena posición social, te casarás con
una mujer a quien amarás y tendrás un gran ministerio".
El hombre se sentó a esperar que todas estas bendiciones viniesen
a su vida.
El hombre murió sin ver todas las cosas que el ángel
le había dicho que recibiría.
Al llegar al Cielo y estar
en la presencia de Dios le dijo: "Señor, me prometiste grandes
cosas, las cuales me quedé esperando toda mi vida sin verlas llegar,
ahora estoy aquí, morí pobre, sin posición social,
sin esposa y sin ministerio; ¿acaso te olvidaste de mi?
- "Hijo mío, -dijo el Señor-:
- ¿Te acuerdas de aquel negocio que
ibas a poner y por miedo al fracaso no lo hiciste? Esa era tu oportunidad
de hacerte rico y la perdiste por no arriesgarte.
- ¿Recuerdas el terremoto que hubo en
tu ciudad? Muchas personas fueron heridas y quedaron bajo escombros,
pero tu te negaste a ayudar para cuidar tus pertenencias de los ladrones
que andaban merodeando. Esa era tu oportunidad de tener buena posición
social siendo un héroe.
- ¿Recuerdas aquella hermosa mujer por
la cual sentías una gran atracción? Ella pudo ser tu esposa,
pero nunca supo lo que sentías por ella. Se fue con otro que
sí se lo dijo.
- Nunca te preparaste para el Ministerio que
yo te tenía preparado. Iba a respaldar tu obra pero te pasaste
toda la vida esperando que yo hiciese todo lo que tu debías hacer".
¿Acaso no sabes que Yo ya hice todo lo
que tenía que hacer?:
- Morí por tí.
- He entegado todas las cosas en tus manos.
- Tienes autoridad pero siempres esperas que
Yo lo haga todo por ti.
Autor desconocido.
"El Señor nos da las promesas que son ciertas y verdaderas
en Cristo Jesús, pero nosotros debemos actuar en fe, el Señor
nos respaldará en las cosas que nos manda; nuestra obligación
es PONERLAS POR OBRA".
2 Pedro 1:3-4
(3) Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
(4) por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (los deseos irrefrenables de la carne) ;
Santiago 2:26 (RVA)
Porque tal como el
cuerpo sin el espíritu está muerto, así también
la fe sin obras está muerta.
Dios te bendiga !!!
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)