SERIE "NO ES FACIL"
SALIR DE LA RUTINA - PARTE 1/2:
El término "rutina"
no aparece en La Biblia. Por lo tanto, debemos buscar su definición
en el diccionario castellano, donde encontramos: "Costumbre o
hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas".
El presente estudio nos invita entonces
a reflexionar sobre todas aquellas cosas que nos han condicionado de
tal forma que las ejecutamos automáticamente, sin siquiera razonarlas.
Y mientras escribo, vienen a mi mente como una catarata las más
variadas situaciones que se pueden convertir en rutinarias; como por
ejemplo:
- Cepillarse los dientes,
- Detenerse todos los días en el
mismo "kiosco" para comprar el periódico,
- Cargar combustible en nuestro vehículo
siempre en la misma "estación de servicio",
- Tomar el mismo micro para trasladarnos,
- Tomar siempre el mismo camino para
llegar a nuestro trabajo o actividad diaria,
- Saludar por compromiso sin detenernos
a pensar en quien se saluda,
- Cuántas veces por día le decimos
a los que tratamos: ¿Cómo estás hoy? cuando en realidad lo que menos
deseamos es que nos cuenten todo lo que les pasa,
- Concurrir a los cultos de la
iglesia,
- Orar,
- etc. etc.
Ahora bien: ¿es mala la rutina? La rutina
en sí misma no es ni buena ni mala; lo que en realidad importa es aquello
que se vuelve rutinario.
Por ejemplo: cepillarse los dientes
diariamente es por demás saludable y la mayoría de los que lo hacemos
sabemos que de tanto ejercitarnos se ha convertido en un simple hábito
que no necesita de nuestro razonamiento. Podría decirse que es un
"buen hábito rutinario".
Por el contrario, concurrir a los
cultos de la iglesia en la que te congregas jamás debiera convertirse
en un "hábito rutinario"; pero para cuántos es así !!! No
será novedad para ti mi hermano que reconozcamos que muchos seres
humanos creen que con Dios se cumple cada domingo acercándose a la
iglesia y para el lunes a la mañana se les acabó el espíritu de cristiandad.
Por lo tanto, volvemos a ver caras amargadas, no hay brillo en sus
ojos, se vuelve a la rutina de trabajo y con ella se deja de lado
a nuestro Todopoderoso, Imaginativo, Creativo y No Rutinario DIOS
!!!
Mi hermano, si te sientes cómodo con
tu actual modo de vivir, no te molestes en terminar de leer esta reflexión.
Si por el contrario, a ti tampoco te gustan "las rutinas"
que este mundo impone, te invito a que descubramos juntos todo lo
que Dios tiene para decirnos al respecto. Dios nos pide claramente:
Roma 12:2 (RVA) No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos
por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis
cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Amigo mío, con tu mano en tu corazón,
¿dime si alguien alguna vez te dijo que DIOS DESEA QUE COMPRUEBES
SU VOLUNTAD, y no que le creas como un autómata? Pues bien, Dios mismo
aquí te lo está diciendo !!!
ADVERTENCIA: Estoy expresando que
Dios autoriza que comprobemos su buena voluntad, que nada tiene que
ver con poner a prueba a Dios. CUIDADO.
Parece un simple
juego de palabras, pero en realidad, ambas cosas son diametralmente
opuestas, y son la base de la que se vale nuestro adversario el diablo
para tendernos la trampa mortal, dado que lo único que él quiere es
que no conozcamos nada o lo menos posible acerca de Quien ya lo ha
derrotado: Dios. Y no contento con esto, si no logra impedir que oigamos
La Palabra de Dios, tratará por todos los medios a su alcance que
dudemos de todo cuanto la misma Palabra de Dios nos dice.
Y digo bien, trampa
mortal, por cuanto si no llegamos a "gustar" la voluntad
de Dios, jamás le conoceremos y entonces muy difícilmente lo amemos,
que implica automáticamente no entregarnos a Él y despreciar así el
regalo de la salvación y vida eterna que Dios ha puesto a nuestra
disposición con tanto dolor, paciencia y amor a través de Su Hijo
Jesucristo.
Ahora bien, nuestro Padre Celestial que anhela
que no caigas en la rutina, te está proponiendo claramente que
"NO TE CONFORMES AL MUNDO EN QUE VIVIMOS Y SUS CIRCUNSTANCIAS" sino que muy por el contrario halles en Él la plenitud que todo
ser humano busca. ¡Cuántas veces buscamos afuera, cuando en realidad
la plenitud que anhelamos está "dentro nuestro"! Pero este
no es el tema de hoy, lo trataremos en otra oportunidad.
Lo que estoy tratando de decirte es
que tu tienes que tomar tu decisión:
- Le crees a Dios o no.
- Te decides a seguirlo o te dejas
llevar por la corriente de este mundo de maldad.
- Dios no te obliga, nunca lo hará,
pues respeta absolutamente tu libertad de decisión.
- Por lo tanto amigo y amiga, debes
de decidirte, Dios marca la diferencia, con o sin Él. Tu debes elegir,
y no puedes eludir esa responsabilidad, pues cotidianamente debes
tomar decisiones, te guste o no, debes hacerlo. Por lo tanto, viéndote
diariamente obligado a elegir ...
¡Qué mejor manera que hacerlo CON
DIOS!
Nuestro amoroso Padre aquí te presenta
un desafío apasionante (como para comenzar a salir de la rutina que
te seca por dentro): RENOVAR TU MENTE !!!
RECORDEMOS:
- El único modo de renovar tu mente
es cambiando tus viejos sistemas de pensamiento por los que Dios
te da.
- La base de todo creyente es la
fe.
- No puedes creer o tener fe en aquello
que no conoces.
- No puedes conocer aquello que no
has oído.
- No puedes oír sin haber quién predique.
Por lo tanto, el proceso de acercamiento
al conocimiento de La Palabra de Dios es el siguiente:
- Un maestro o predicador.
- Poner lo mejor de ti para que al
oír, verdaderamente comprendas lo que escuchas.
- Llegar a creer aquello que has
conocido después de haberlo comprobado;
- Y recién entonces llegar a tener
verdadera fe, y no solo un lindo sentimiento, sino sólida, genuina
y poderosa fe en tu diario vivir.
Amigos de mi corazón, existen muchos
modos de "Salir de la Rutina", pero uno solo para Dios: Que
cumplamos con Su buena y perfecta voluntad.
Y nosotros Sus hijos para alcanzar
ese cumplimiento:
2Cor 10:5 (RVA) Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento
a la obediencia de Cristo,
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)