SERIE "HOLA PAPÁ": Un estudio sobre la ORACIÓN.

CAPÍTULO 1/7:

¿Orar o rezar: Qué es lo correcto?

Vamos en primer lugar, a verificar en La Palabra de Dios, la importancia asignada a cada expresión, conforme a la cantidad de veces en las que se utilizan, ya sea en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento:
Nota: No se toman más que versículos que contienen el término buscado, dejando aclarado que si nos guiáramos por versículos afines, la cifra se elevaría considerablemente.

ORAR = 24 versículos.
ORACIÓN = 105 versículos.
REZAR = Ningún versículo.

SI, leyó bien. En toda la Biblia no aparece jamás el término rezar.

Los antiguos hombres de Dios en el Antiguo Testamento no rezaban, sino oraban, igual que el Señor Jesucristo que jamás habló de rezar. Por supuesto, los apóstoles y la iglesia del primer siglo después del Señor Jesucristo jamás hablaban de rezar.

Tal vez, refrescando en nuestra memoria la definición de rezar podamos tener un poco más de entendimiento sobre este tema, dado que La Palabra de Dios no dice absolutamente nada al respecto.
Definición: REZAR = (de Recitar) Orar vocalmente pronunciando oraciones usadas o aprobadas por la Iglesia -como institución-. (Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.).-

Ahora el panorama comienza a ampliarse y se puede notar algo:
¿Cómo podían rezar los hombres y mujeres de Dios hasta la creación de la Iglesia como Institución, si solamente podían pronunciar las oraciones usadas o aprobadas por ella? Imposible rezar, porque la Iglesia como Institución no se había fundado aún.

Es claro que comenzando por el Señor Jesucristo hasta el creyente más desconocido, jamás rezaron y nunca cayeron en el error. Dios nunca quiso ni querrá que Sus hijos amados se limiten a repetir frases hechas, que en ellos no tienen el mismo sentimiento que tendrían si fuesen ellos mismos los autores de sus oraciones.

Por alguna extraña razón que desconozco, las Iglesias que tienen por costumbre "rezar" en vez de "orar" nos ha influenciado a muchos de nosotros para que aceptemos hasta hacerlo propio, que "sus" oraciones estandarizadas "son el modo correcto" para hablarle a Dios.
Por esa misma extraña razón es que nos han hecho creer que Dios así lo dispuso, que la "autoridad" les fue delegada por Dios directamente a ellos (los miembros jerárquicos de la Iglesia católica), que solo los sacerdotes tienen el poder de perdonar nuestros pecados, que existe un purgatorio, etc. etc. Y puedo decir todo esto con absoluta consciencia ya que fui católico hasta mis 34 años, edad en la que el Señor Jesucristo se apiadó de mi e hizo brillar Su Luz sobre mi vida. Gracias Señor !!!

Es por alguna razón que el tema de la 'oración' aparece en 129 versículos de La Palabra de Dios. Para continuar con la misma línea de estudio, veamos su definición:
Definición: LA ORACIÓN = rel. En sentido religioso, se entiende por oración la elevación de la mente a Dios; se divide en pública o litúrgica y privada. (Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.).-

Personalmente prefiero definir que la oración constituye el medio idóneo y eficaz creado por DIOS para que el ser humano tenga comunicación con ÉL.

La verdad es que Dios anhela oírnos conforme a las palabras que broten de nuestro corazón y no recitando pensamientos que nos vienen heredados. Y aquí quiero hacer una aclaración: Yo no tengo por costumbre rezar. Fundamento mi vida espiritual en la oración, hablo con Dios como hablo con mi padre terrenal, o con mi esposa o con un hermano en la iglesia o sencillamente con mi vecino. Uso el mismo lenguaje, no me visto con ropas especiales y no espero llegar a ningún horario en particular para dirigirme al Señor.
Por supuesto que lo hago con respeto y amor, pero muchas veces me imagino hablando con Papá sentado en su falda. Y solo Dios sabe cuántas veces necesito sentirme así de cerca Suyo y por sobre todo, contenido, amado, abrazado y cuidado por nuestro buen Papá Celestial.

Pero todo esto no quita que si Ud. tiene la costumbre (o sencillamente prefiere) rezar, así lo haga, pero recuerde que mientras no haga suyas todas y cada una de las palabras que repita de una frase hecha, sencillamente estará cumpliendo con el rito de repetir con su boca los pensamientos de otra persona.
Por lo tanto, ¿cree Ud. que Dios se agradará de oírle decir cosas en las que no piensa, ni se detiene a meditar, que tal vez ni conozca en su cabal sentido y que incluso puede llegar a no creer?

Tenga por seguro que si Ud. se dedica a repetir palabras sin poner su corazón en cada una de ellas y hacerlas propias, está perdiendo el valioso tiempo de su vida. Y puedo dar testimonio de que si hay algo que Dios ama es su vida. Por lo tanto, le invito a que revise su comprensión o entendimiento acerca de lo que significa para Ud. el comunicarse con su Papá y entonces, recién después de tener en claro que está caminando por la senda adecuada, se humille verdaderamente ante Dios y le muestre lo que en verdad tiene dentro de su corazón.

Le aliento a que lo haga. El saber que sus oraciones serán no solo oídas por Dios (Él siempre está escuchando absolutamente todo lo que decimos en todo momento) sino que serán consideradas, adecuadas a la voluntad del Padre y respondidas; es una experiencia maravillosa que tan solo se la pierden aquellos que no dan lugar y libertad al Espíritu Santo para que señoree sobre su vida como Dios lo quiere.

Regálese la libertad de hablar con Dios y descubrirá una nueva faceta del maravilloso Padre que nos amó hasta con su propia muerte.

Queremos:
1.- hacer conexión con DIOS,
2.- alinearnos con EL,
3.- recibir sus bendiciones,
4.- comprobar lo maravilloso que resulta la oración respondida,
5.- tener una vital, dinámica, estrecha, directa y personal relación con EL, etc. etc.;

Entonces: OREMOS.

 

En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)

 
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